Cuando por fin Diego consigue escapar de una vida de dolor, tristeza y malos tratos; de una infancia arrebatada; y de muchos años perdidos entre rejas… 
Cuando su existencia se asemeja a una vida normal y cotidiana… una noche, esta da un nuevo e inquietante giro en el momento en el que un asesino, sumamente despiadado, cree haber sido observado por el protagonista mientras mata, de manera violenta, a una joven. 
Este hecho le convierte en un testigo que no ha sido testigo de nada, le precipita hacia una espiral de miedo y lo sitúa en el punto de mira de la policía, del propio asesino y de una comunidad en la que nadie vive sin estar pendiente de la vida de otros.
Acosado sin tregua, día tras día, el asesino adquiere una rara fijación con él, hecho que le empuja a matar a todas las personas que este individuo cataloga como enemigos de Diego, buscando con ello arrastrarle de vuelta a aquel infernal pasado. 
Al mismo tiempo, y para colmo de sus desgracias, Diego descubre la doble vida de la mujer a la que ama, haciendo de esta espiral un tornado lleno de destrucción y dolor y al que muy pocas personas se atreverían a enfrentarse de la misma manera que lo hace él: sin perder la cordura en el intento y evitando acabar sumido para siempre en un bucle sin escapatoria posible al terror y a la desesperación.